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¿Tenemos varias hectáreas de viñedo, que tengo que hacer para vender mi propio vino?

He escuchado esta pregunta muchas veces; para asumir el reto de iniciar un negocio de vinos, se debe ser decidido, audaz y, sobre todo, tener una gran pasión por elaborar tu propio caldo.

Se necesita tiempo para iniciar un negocio de vino, antes de considerar la inversión monetaria necesaria para iniciar una bodega (¡y ejecutarla!), debemos asegurarnos de tener claro el horizonte temporal del proyecto, y su rentabilidad.

viñas en racimospara montar propia bodega

Los expertos, dicen que, para desarrollar un viñedo hasta obtener un buen rendimiento, se necesitan al menos cinco años. Luego se necesita otro año para producir la primera cosecha, y dos o tres años más para poner en marcha un plan de marketing serio. Da un poco de vértigo, ¿verdad?

Es muy frecuente encontrar casos de gente que habilita una pequeña bodega en su propia casa. Son las llamadas “wine garage”, en las que se elabora una pequeña cantidad de vino, entre 5.000 y 10.000 botellas. No siempre, las instalaciones están legalizadas y, por tanto, en este caso, no se puede vender en el mercado el vino elaborado en estas “micro-bodegas”, que suele ser “colocado” entre familiares y conocidos. Esta situación, se hace insostenible en el tiempo, y constituye un fraude a la administración y, por tanto, una irregularidad que en caso de detectarse, es fuertemente sancionada.

Si se tiene asegurado el suministro de uva, unan solución para iniciarse en el negocio del vino, es hacer lo que se conoce coloquialmente cómo un “por/para”, es decir, alquilar las instalaciones necesarias de una bodega que ya está operando en el mercado, con la finalidad de elaborar un vino en ella. Está opción minimiza riesgos y costes, puesto que todos los trámites legales son asumidos por la bodega arrendadora, y la inversión que se hace es mínima para comenzar a elaborar.

depositos bodega vino

Solo se necesita contar con buen enólogo y un plan comercial para vender la producción resultante (¡que no es poco!). Esta opción, es muy adecuada para gente que quiere “probar” a introducirse poco a poco en el sector del vino.

Vender vino es muy complicado, algunos te dicen que con un “Buen plan de negocio es suficiente”. Nada más lejos de la realidad….

El trabajo de comercial de vinos es uno de los más difíciles que conozco, donde se impone la premura de las bodegas o distribución para encontrar un empleado a comisión que les saque del apuro de la venta de vinos, sin un preámbulo de formación adecuado. Con la crisis y el mercado saturado de marcas hay una proliferación de vendedores de vinos a hostelería y tiendas que se olvidan muchas veces del producto, del entorno de ese cliente, o sus necesidades. Conviene recordar que una de las más importantes patas en el sector viene de estos comerciales generalistas, sus empresas y sus objetivos para ayudar a incrementar el consumo interior de vinos.

Dado que el consumo interno no es suficiente para absorber la producción de vino en España, la mayoría de bodegas recurren a la exportación para vender sus vinos. ¿También tengo que saber de exportación?. Si, o al menos contar con alguien que sepa de ello.

Ahora bien, pasadas estas etapas de prueba y error, llega el momento de la verdad…

¿Qué trámites son necesarios para tener mi propia bodega?

La industria de la vinificación está muy regulada, por lo que las licencias y los permisos pueden complicarse, de hecho, son tan complicados, que hay bodegas que para cumplir con los requisitos legales, cuentan con personal dedicado en exclusiva o contratan empresas especializadas, que ayudan a los bodegueros a navegar por los reglamentos locales, nacionales e internacionales sobre vinos .

Los trámites de inicio son los siguientes:

  1. Licencia de apertura de las instalaciones por parte de la administración local. Conlleva la ejecución de un proyecto a realizar, normalmente, por una ingeniería especializada.
  2. Inscripción en el registro de industrias agrarias. Se expide por la Comunidades Autónomas e integra todas las industrias que realizan una actividad agroalimentaria transformando materias primas en productos finales producidos en la región.
  3. Autorización Sanitaria de funcionamiento. Se expide por la Comunidades Autónomas. La legislación nos obliga a garantizar la inocuidad y la seguridad de los productos alimenticios obtenidos al final de sus procesos productivos, evitando así un riesgo para la salud humana.
  4. Inscripción en el registro de envasadores y embotelladores de vino. Se expide por la Comunidades Autónomas. La ley obliga a identificar ante los consumidores, al envasador y embotellador del vino, sobre todo a efectos de trazabilidad.
  5. Cumplir con los requisitos de la Agencia Tributaria en materia de impuestos especiales. El Impuesto Especial sobre el vino y bebidas Fermentadas es un impuesto indirecto que recae sobre el consumo del vino y bebidas fermentadas, gravando, en fase única, la fabricación e importación de estas bebidas. Es un impuesto especial de fabricación.
  6. Darte de alta en el consejo regulador o la entidad de certificación encargada de controlar la figura de calidad que quieres que lleve tu vino (Denominación de Origen o Indicación Geográfica Protegida)

¡Si has llegado a este punto, enhorabuena y suerte!! Ya no hay marcha atrás….

influencer en viñedos