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Como consecuencia de las lluvias, la botrytis ha marcado la recolección de la uva en una vendimia larga, rara y tortuosa en Castilla y León. Los focos de botrytis se han generalizado en toda la región, una situación que ha puesto de manifiesto la profesionalidad del sector a la hora de seleccionar las partidas que han entrado en los lagares.
Una inspección concienzuda se ha hecho indispensable a la hora de seleccionar partidas en muchas bodegas de la región, desechándose un 3% de la cosecha.

Las condiciones atmosféricas han obligado a realizar la vendimia con agilidad, con paradas intermitentes, antes y después de las lluvias, en algunos casos, muy abundantes, con más de 100 litros por metro cuadrado, obligando a los técnicos a realizar un esfuerzo para que la uva amparada reúna los parámetros de calidad requeridos.

La mecanización de la vendimia, este año muy demandada, ha recolectado casi el 40% de la producción.

A pesar de esta situación, las bodegas adscritas a la I.G.P. «Vino de la Tierra de Castilla y León» han recolectado 12,5 millones de kg de UVA, un 25% más que el año anterior, lo que permitirá elaborar vinos de gran calidad, dependiendo de los tratamientos realizados y de la selección que se haya hecho en la viña y el lagar.