La certificación tiene cómo finalidad conseguir un nivel técnico mínimo que permita la comparabilidad y asegure también la competencia en condiciones equitativas, entre las empresas que pertenecen a un mismo esquema.
Para tener la adecuada confianza en la información recibida de un organismo certificador tanto el comprador, como la autoridad responsable y el público en general, necesitan saber que son competentes en la labor que realizan.
Por ese motivo, las actividades de certificación que realiza CCL en el sector del vino, están acreditadas por ENAC, que cómo organismo independiente realiza una evaluación imparcial de la competencia técnica del organismo certificador.
Elegir a CCL cómo certificadora acreditada, es garantía de estar trabajando con una entidad técnicamente competente que cuenta con un equipo humano cualificado, que dispone del equipamiento adecuado y desarrolla su labor aplicando métodos de trabajo apropiados, gestionando su actividad con criterios de calidad.
La certificación acreditada, sin duda, aporta un valor añadido a los productos, en cuanto a fiabilidad y reconocimiento internacional, que repercute directamente en la confianza de los clientes y refuerza la imagen de las bodegas.
En el pasado mes de Julio, ENAC ha decidido mantener y ampliar el alcance de actividades acreditadas de CCL, incluyendo la posibilidad de certificar vinos varietales en las Comunidades Valenciana y Murciana.
Este reconocimiento supone otorgar a nuestros clientes la posibilidad de certificar un vino varietal a lo largo de todo el territorio nacional.